Estamos viviendo un periodo de cambios sin precedentes. Sectores enteros están siendo reorganizados por la tecnología y las políticas públicas, y la evolución de las prácticas empresariales sostenibles está obligando a las empresas familiares a replantearse su propósito fundamental y sus modelos operativos.

Adaptarse a la rápida evolución de estas oportunidades y amenazas es una tarea compleja. Los ejes estratégicos y el cambio transformador pueden generar confusión y conflictos en cualquier organización, no obstante, es especialmente difícil para las empresas familiares con una larga trayectoria de éxito empresarial. Cambios de esta naturaleza puede poner de manifiesto diferencias generacionales en cuanto a valores, prioridades estratégicas y riesgos, y esas diferencias pueden provocar conflictos y falta de alineación entre los líderes en la gestión y los propietarios, enviando señales negativas a toda la empresa.

El grado en que las familias se mantengan firmes en sus principios fundacionales o consideren nuevas perspectivas determinará en gran medida el carácter, la trayectoria y la evolución de la empresa familiar. En consecuencia, cualquier revisión estratégica debe ser un proceso constante que reconozca la cultura particular de la familia y su compromiso tanto con su legado como con el cambio.

Las familias también deben asegurarse de que los cambios en el mundo que tendrán un impacto material en sus empresas son debidamente monitoreados desde una perspectiva de gestión de riesgos, y que la estrategia se ajusta adecuadamente a esos nuevos y emergentes desafíos y oportunidades, especialmente a medida que se acelera el ritmo del cambio..